Miguel Angel Valerón habla del fútbol base en Canariasdeportiva: "El fútbol base está horriblemente fatal"

A sus 35 años el protagonista pasa por la etapa de la madurez. No tuvo suerte en su andadura futbolística. Una terrible entrada de "Chapi" Ferrer, con resultado final de fractura de tibia y poroné, en una fatídica noche ante el FC Barcelona en el viejo Insular, truncó una hermosa carrera cuando todos apostaban por su destino deportivo, su hermano llegó, él no, pero no guarda ningún rencor. No existe en su diccionario tal calificativo. Licenciado en Educación Física y la diplomatura en Magisterio aplica sus conocimientos repartidos entre los equipos de la cadena del Abrisajac y sus citas radiofónicas con la base.    Minutos después de concluir su encuentro en las ondas con los jóvenes del sur grancanario, Miguel Ángel nos atiende con su habitual sencillez y humildad. - ¿Cuánto tiempo en el fútbol profesional? - Creo que 10 años. Estuve 7 u 8 en la UD Las Palmas, luego estuvo en el Mallorca, Conquense y Coruña B aunque no fiché. - ¿Tras lo que aconteció aquella noche aciaga para su futuro, se siente un agraciado en esto del fútbol o todo lo contrario? - Siempre agraciado. Dentro de lo malo, he vivido momentos muy buenos. A pesar de ser una tragedia para mi destino aquella lesión, no le guardo ningún rencor, para nada. Siempre trato de transmitir el juego limpio, tratando de evitar el rencor, el odio, porque sinceramente no se llega a nada portando horribles calificativos. Sobre todo en el fútbol base, que cada día está peor. Está horriblemente mal, fatal. - ¿Por qué llega a esas conclusiones? - Porque no hay concienciación. Los padres cada día se portan peor. Los entrenadores cada día ambicionan cosas ajenas a lo que es la formación del jugador, sobre todo en edades de base. Se ambicionan primero ganar los partidos y luego la formación, cuando debería ser todo lo contrario. Alimenta su ego a base de truncar la progresión formativa y educativa del deportista. Vaya a ver los encuentros los fines de semana para que vea lo que se encuentra. Un desastre. - ¿Con qué etapa se queda? - Sin duda con la que tuve el orgullo de formarme. Tan solo interesaba la formación como persona. Eran campos de tierra y a veces ni eso, pero inmensamente felices. Desde luego no habían tantos problemas en los campos como actualmente. Es raro que no salga a la luz alguna agresión o el colegiado tenga que encerrarse en su vestuario. Al menos en mi etapa era más aislado que hechos como éste sucediera. Vemos una agresividad de palabra y física desmedida en los terrenos de juego. Se refleja el estatus social por la que pasamos. Es un reflejo de la sociedad. Familias desestructuradas, se consumen sustancias como drogas, alcohol que cuando están dentro de un campo de fútbol es un peligro en potencia. El estrés, la presión social o el alto índice de fracasos matrimoniales con separaciones son condimentos que el joven deportista lo sufre en su interior. Hay padres que ni les ve. Los estudios corroboran que por ejemplo: un padre es obeso pues hay un porcentaje alto de que el chico lo sea. Si un padre es violento, pues hay posibilidades que también lo sea. Recogemos lo que sembramos, pero espero que haya gente por ahí trabajando y sean consciente de esto y estén trabajando en el fútbol base para eludir todo estos argumentos negativos. Hay buenos entrenadores y excelentes clubes que trabajan estas facetas porque saben perfectamente que estamos fabricando el futuro. - ¿Es una filosofía marcada en el Abrisajac? Nosotros no aspiramos a ser equipos campeones en lo deportivo. Aspiramos a ser campeones en lo social. Si nosotros quisiéramos ser campeones cogemos lo mejores jugadores de la zona y ya está, pero nuestra filosofía que todos los niños tengan la opción de practicar deporte y que sea una pieza fundamental en su escala de valores. Para nosotros es una satisfacción que todos los años nos den el premio de juego limpio. Que los árbitros nos valoran por nuestra conducta. Inculcamos el respeto, nada de protestas y jugar por diversión. Así de sencillo. Llevamos algunas temporadas como el equipo más deportivo y premiado por la Federación. Ese es nuestro mayor orgullo. - ¿Cuántos equipos tiene la cadena del Abrisajac? Pues tenemos un Infantil, Cadete, Juvenil y Regional. Tenemos unos 70 chicos de distintas zonas y vamos con nuestros furgones a buscarlos a sus casas y luego lo entregamos a sus padres. Quizá cuando tengamos un campo propio esto no será un problema, pero ahora mismo tenemos que hacerlo así ya que nuestra labor es formativa. El deporte de fútbol tiene una enorme capacidad de convocatoria y si se orienta con personas adecuadas aleja de los malos vicios a todos estos jóvenes. Los estudios así lo demuestran, los niños que practican deporte tienen mayores posibilidades de alejarse de cualquier circunstancia que tenga los malos hábitos como norma y ahí las instituciones deben darse cuenta y, por lo tanto, apoyar todo tipo de iniciativas con conlleve esa línea de actuación. Tanto mis hermanos como yo, así como el compañero Antonio Socorro tenemos los conceptos claros en ese sentido. - ¿Qué diferencia hay de aquel entonces Miguel Angel Valerón estudiante-trabajador a hoy en día? - Sí que he cambiado. Trabajaba de noche en la recepción de unos apartamentos para pagarme los estudios. Vengo de familia humilde aunque muy orgulloso de mi entorno. A mis jugadores del juvenil les transmito capacidad de sacrificio, todo aquello que aprendí cuando era joven se los inculco. Ahora veo las perspectivas de forma global. Le doy más importancia a las cosas espirituales que materiales. Todo lo material se quedará aquí. El fútbol tan solo será una parte de tú vida, porque como todas las cosas en esta vida, siempre tiene un final. Por encima de todo ser personas con valores positivos para ayudar a todos estos chicos que buscan una salida en su vida. Siento decirlo pero el fútbol es una mentira. Lo vemos todos los días en la televisión, la radio, la prensa, internet. El fútbol se mueve por intereses. Tanto tienes, tanto vales. Tanto demuestra, tanto te quiero. Es así de duro. A nadie le importa lo que está pasando por tu cabeza. Lo que importa es que juegues bien. Mercantilismo puro. Los futbolistas son mercancías, todo se mueve por dinero y por desgracia llega al fútbol base. Representantes en edades de Infantil, Cadete. Los padres que se le hace la boca agua cuando están detrás de su hijo los representantes y no se dan cuenta que lo prioritario es la formación como persona. Es así de triste. - ¿Tendrá esto final? - Una pregunta que no lo sé. Mientras no se tome concienciación. Esta semana por ejemplo, Michel, coordinador de la base del Real Madrid, mostró su preocupación tras un informe donde son muy pocos los jugadores que llegan a la élite del fútbol. El 96 por ciento de los jugadores, estadísticamente contrastado, no llegan al fútbol profesional. Son pocos los que llegan. Y más allá del fútbol también existen otros eslabones en nuestra sociedad. A mis jugadores, tras mi experiencia en el fútbol profesional, siempre les digo que se ve muy bonito desde fuera, pero muy cruel desde dentro. No es tan glorioso como se pinta. Hay una presión bestial y no todo es llegar arriba. - ¿Se comunican Juan Carlos y usted? - Bastante. Él participa en los programas de radio que tenemos y esperamos que pronto vuelva a estar en plenitud en los terrenos de juego. No ha tenido excesiva suerte últimamente y luchamos para que no pierda la paciencia.